Este país no puede tolerar ni un segundo más esta locura colectiva: la de los que se entrenan haciendo mugir de dolor a un animal, y los que con sus comentarios (que se pueden oír altos y claros) y su asistencia a las plazas de tortura son cómplices de esta atrocidad.
4 comentarios:
Sabes, José Enrique? En mi diario de recogida de firmas a pie de calle contra el maltrato animal para cambiar el código penal, había mucha gente q se indignaba al conocer casos de torturas como es el caso de los galgos cuando acaba la caza, o el caso más conocido de Schnauzzi, pero q cuando yo tocaba el tema de los toros, me decían q eso era otra cosa...
Somos un país bipolar q practica la doble moral, como cuento en el post q publiqué hoy en El País de los Bosques, y q hoy humildemente te invito a leer para q me digas tu opinión...
Te envío un fuerte abrazo y mi deseo de q tengas un buen fín de semana...
Male.
Respecto al post, lo q más me indigna y me rebela es q todavía haya degenerados y degeneradas q desean educar a los niños desde edades tempranas en la labor de matar impunemente...
Es q estamos viviendo en un país de tarados/as?
Cuando se habla del maltrato animal, al parecer, para los taurinos, el toro no entra en esa categoría y me pregunto: ¿piensan que no es un animal o creen que no hay maltrato?
Realmente me cuesta muchísimo entender la línea de pensamiento de esta gente.
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