10/7/12

INDULTO TAURINO





Como todos los años desde tiempo inmemorial, en la ciudad de Pamplona (Navarra), Reino de España, se han dado cita cientos de miles de esporádicos borrachos; unos son autóctonos, otros alóctonos.

Es lo que tiene San Fermín, esa bacanal consentida y consagrada, que empieza cada seis de julio en honor del patrón de Navarra, que no de Pamplona, que fue decapitado en Amiens.

España viste santos y santas, los recuerda, los celebra y los festeja con sacrificios rituales en los que los toros suelen ser la ofrenda.

Durante ocho días, lo que en esta ciudad y en cualquier otra estaría prohibido, goza del beneplácito de la opinión pública, es portada diaria de numerosos medios de comunicación e incluso recibe las bendiciones de la iglesia católica, apostólica y romana. El despelote, las pasiones, el ruido, los comas etílicos, las charangas con su insoportable soniquete, las broncas, el hedor a vino y a fluidos orgánicos, el jolgorio, el dormir la mona tirado en cualquier sitio… Todo o casi todo está permitido.

Todos estos beneplácitos alcanzan su máximo expresión en la televisión pública (TVE), que abre y cierra sus noticiarios contándonos lo que sucede en Pamplona, como si no pasara nada más en el mundo. Durante  los días que dura la fiesta, y por si no nos hemos percatado, ofrece en directo y en exclusiva (el coste aproximado de las retransmisiones rondará este año los 800.000 euros) lo que conoce como encierros: los toros, conducidos por un rebaño de mansos y sus pastores, hacen un corto recorrido (poco más de ochocientos metros) por algunas calles emblemáticas de la ciudad, rodeados por una marabunta de gente que corre a su alrededor. Al final del trazado estos animales entrarán en la plaza de toros en la que serán enchiquerados. Unas horas después, por la tarde, con las andanadas llenas de borrachos que seguirán bebiendo y comiendo, serán torturados y dados muerte por la terna de matatoros y sus subalternos.

Durante los encierros se hacen millones de fotografías, algunas de ellas realmente espectaculares y ésta, la que ilustra este texto, es una de ellas.

Ayer me dejaban en mi blog un relato corto que lleva el mismo título que he elegido para esta entrada: “Indulto Taurino”. Inmediatamente después de su lectura y por asociación de ideas, me acordé de la instantánea: siete personas han sido acorralados por un toro que les mira con atención y con curiosidad. Ellos también le observan fijamente, sin apartar sus miradas de los cuernos, porque es ahí en donde han posado sus ojos. El toro está asustado como ellos, cada uno a su manera. Las expresiones de sus caras y las posturas que han adoptado sus cuerpos reflejan el pavor que están padeciendo. Si nos fijamos en las extremidades anteriores del animal, veremos que está en movimiento, caminado hacía las siete estatuas cuyo corazón late a un ritmo desenfrenado mientras sus pulmones han quedado paralizados. Saben y piensan que están a punto de sufrir en sus débiles carnes el desgarrador efecto de la cornada de un toro de lidia, cuyas consecuencias desconocen. Sienten miedo, mucho miedo. Es posible que piensen en la muerte y en algo parecido a lo que el relato de Fernando Martínez, que podéis leer más adelante, nos cuenta.

Nada de lo imaginado sucedió. Este toro decidió indultar a los que son culpables de su sentencia de muerte, que se cobraría su vida unas pocas más tarde después de un agónico sufrimiento; el precio de su estúpida diversión sustentada en lo que llaman tradición. Es, sin lugar para la duda, un “Indulto Taurino”, porque es él, el toro, el que les perdonó el sufrimiento, quizás hasta su vida.

Las únicas diferencias entre este toro, el de la foto, y el del relato, es que éste no es negro y seguramente no resbaló en la curva de Mercaderes. Quizás este toro tampoco rascó el suelo, pero es seguro que no embistió, que sus ojos miraban con lástima o con rabia y que decidió subir por Estafeta camino de su posterior calvario.


Tras resbalar en la curva de Mercaderes el toro se da la vuelta. El resto de corredores, cabestros, público, incluso el vallado y la ciudad, desaparecen. El blanco y el rojo se esfuman. Solo queda el negro. Seiscientos kilos de negro intenso y sudado que te miran, que huelen tu miedo. Un sonido, tu corazón bombeando con fuerza. El toro rasca el suelo, y recuerdas. Recuerdas las palabras de tu madre —No vuelvas tarde, ponte la chaqueta que hace frío, todo tiene solución, menos la muerte—, recuerdas su entierro, los pésames y las coronas, dolor, sufrimiento, resignación, dolor al descubrir el amor, primer beso, instituto, primera novia, primeros cuernos, ruptura, universidad, Clara, amor, juergas, licenciatura, muerte de tu padre, primer sueldo, boda con Clara, pisito en el centro, ascenso, Nueva York, Miguel, tu hijo, interminables jornadas laborales, tu segundo hijo, Héctor, vacaciones en la playa, segundo ascenso, viajes de negocios, canitas al aire lejos de casa, amante, segundos cuernos con tu vecino Héctor, divorcio y tu decisión de correr los Sanfermines. El toro rasca el suelo pero no embiste. Te mira cómo si pudiera leerte el pensamiento y con ojos brillantes, de lástima o de rabia, sube por Estafeta.

5/7/12

LO QUE COSTARÁ LA FERIA TAURINA DE SANTANDER





Como en cualquier apunte contable, si restamos los ingresos y los gastos el resultado es 0. Aquí  están los números de la Feria taurina de Santander que se celebrará en el mes de julio. Los gastos, con seguridad, serán 2.219.800 euros y luego veremos, una vez vistos los resultados, los ingresos. Estoy seguro de que habrá pérdidas. Dado que la gestión de la plaza de Santander es pública, es decir, depende del Ayuntamiento de Santander, estas pérdidas serán pagadas por todos los ciudadanos de la ciudad. Informaremos puntualmente si es que tenemos acceso al resultado final.

Fuente: Huellas Cantabria.


LO QUE NOS VA A COSTAR SAN FERMÍN (RTVE)


Los recortes en la radio televisión pública (RTVE) son evidentes desde hace unos meses. Las programaciones deportivas han sido las primeras en sufrirlos. Por poner unos cuantos ejemplos ilustrativos, los últimos partidos de la liga ACB de baloncesto, incluidos los decisivos, es decir, el playoff final entre Barcelona y Real Madrid, se han ofrecido con los comentaristas en los estudios de televisión en vez de en las canchas en que se celebraban los partidos. Ha sucedido lo mismo con el campeonato de Europa de atletismo, con el campeonato de Europa de balonmano, con los europeos de natación sincronizada, con el pre olímpico de gimnasia artística femenina y con el campeonato de Europa de gimnasia artística masculina, y en la actualidad con Tour de Francia. Hay más ejemplos que no voy a nombrar.

Hoy sabemos que los encierros de San Fermín serán retransmitidos en directo y que RTVE desplazará 30 cámaras y 70 personas para hacernos gozar de este "simpático" espectáculo de "correr toros" en que sangre y alcohol forman parte del guión.

Hace muy pocos meses y gracias a la pregunta realizada por el diputado señor Joan Josep Nuet Puyals (a petición de Libera) supimos lo que el ente público gastó en los últimos cinco años en la retransmisión en directo de este festejo taurino:

Año        Gastos Ajenos      Gastos propios

2007        213.921,07          102.631,41

2008        261.835,65          196.096,81

2009        280.997,78          423.911,87

2010        302.487,62          443.020,15

2011        312.875,71          505.005,23

                 Total                      Total

                1.372.109,83       1.607.665.53

Así consta en documento público emitido firmado por Jesús Andreu Ardura, Presidente de la corporación RTVE con fecha 10.4.2012.

Nota: es digno de observar el injustificable aumento de los gastos propios a partir de 2008 y los años posteriores a éste.

Resulta sencillo averiguar lo que nos costará la broma este año.

¡Qué ustedes lo disfruten!




2/7/12

CARTA A SERGIO RAMOS




Ayer, 1 de julio de 2012, la selección española de fútbol, de la que tú formas parte, hacía historia logrando su segundo título consecutivo en un Campeonato de Europa, dos años después de proclamarse campeona del mundo en Sudáfrica. Ninguna nación hizo algo similar. Mi enhorabuena por lo conseguido. El eterno equipo perdedor se ha convertido en los últimos cuatro años en el eterno ganador. Ya estamos buscando rival para la final del 2014 en el campeonato del mundo de Brasil.

Debo reconocer que ya no me emociono con estos acontecimientos. Debe ser que los años y la experiencia acumulada, me hacen medir con prismas distintos según qué cosas ocurren a mi alrededor.  He dicho que no me emocionan, lo que no quiere decir que no me alegren, eso si, con moderación. Dicen que dada la situación económica de nuestro país, que se desmorona, no vienen mal este tipo de satisfacciones. Es posible.

Hoy, las calles de Madrid se llenarán de hinchas entusiastas, de gente que agobiada por los problemas cotidianos, dará rienda suelta a sus instintos patrióticos celebrando vuestro gran éxito y os recibirá en olor de multitud. Ya sabes: “Yo soy español, español, español…” “No hay dos sin tres…" “Soy español: ¿a qué quieres que te gane?"

Y aclarado todo esto, hay algo que me ha producido una sensación desagradable, que me ha incomodado y por qué no decirlo, me ha provocado asco. Te aseguro que fuimos muchos los que no nos identificamos con tu gesto, muchos los que apretamos los puños e insultamos a la pantalla del televisor e indirectamente a ti cómo resulta lógico y fácil de imaginar. Por si no lo sabes, aunque estoy seguro de que eres consciente de ello (ahí están tus declaraciones justificando lo que hiciste), en nuestro país hay una amplia mayoría de detractores de lo que quisiste representar, y de paso fomentar y promocionar. Estamos en contra del maltrato animal, del que los festejos taurinos son el máximo exponente. Y digo el máximo, porque están autorizados y sirven de diversión. Si tú le hicieras a un perro o a un caballo lo que le hace un torero a un toro, serías detenido, juzgado y condenado. Lo de la pena que te caería ya es otra historia.

No es la primera vez que lo haces. Te he visto festejar tus merecidos triunfos de la misma forma en varias ocasiones, pero es la primera que haces extensiva tu celebración a tus compañeros de equipo. Dicen, en la página del medio de información taurino “Aplausos”, que en un diálogo vía Twitter con Talavante de la Puebla (el torero que al parecer te había dado su capote) hacías la siguiente afirmación:

“La selección se alegra de lo que hacéis los toreros”.

No sé la razón por la que te atreves a declarar esto. De hecho, las imágenes que vimos por televisión la noche del 1 de julio nos mostraron a UN jugador, tú, en una esquina del campo, que capote en mano daba unos pases de torero y saludaba al “respetable” una vez terminada la “faena” con el toro imaginario. ¿Dónde estaban el resto de los compañeros que se alegraban de la representación que ponías en escena? ¿Había más capotes en el vestuario de la selección esperando el triunfo? Lo pregunto por qué no vi a ninguno de los jugadores de la selección española aplaudirte o acompañarte en tu particular celebración tras el éxito obtenido. Tampoco puedo describir con estas letras las caras que ponían  mientras hacías la exhibición, ya que sus rostros no nos los mostraron las cámaras de televisión. Y  digo esto sabiendo que no eres el único miembro del equipo que es aficionado a los toros. Sé que lo son Casillas y también el seleccionador Vicente del Bosque, aunque seguro que hay algunos más. La diferencia entre tú y ellos es el respeto. Respeto a una mayoría, sí, mayoría de ciudadanos que nos molesta que se identifique a nuestro país con una práctica cruel de maltrato animal. No creo que sea difícil de entender para tu capacidad intelectual. ¿Lo es? De ser así, es decir, que seas incapaz de entenderlo, flaco favor le estás haciendo al mundo de la tauromaquia, que aprovechando la coyuntura se ha hecho eco de tu excelsa faena en la hierba del estadio de Kiev, calificándola como un “guiño favorable”. Reconozco que este tipo de actitudes, las de los medios taurinos, son comprensibles.

Nosotros también “aprovechamos” el gesto de Maite Martínez, cuando hace cinco años despreció, devolviéndola al lugar de donde se le había lanzado , una bandera de España con la silueta del toro, el día que obtuvo la medalla de bronce en los Mundiales de Osaka en la modalidad atlética en la que competía (800 metros lisos). También nos hemos “aprovechado” de todo el equipo nacional de gimnasia artística masculina (incluido su cuerpo técnico) y de parte del equipo femenino, así como de algunas nadadoras del equipo nacional de natación sincronizada, que rompieron una lanza contra el Toro de Tordesillas y que recientemente han firmado un manifiesto en contra de las subvenciones que recibe la tauromaquia y de los recortes en sanidad y educación; manifiesto que muy pronto verá la luz. Si he de serte sincero, nos sentimos orgullosos de contar con todos ellos, porque representan el esfuerzo y la superación en el deporte sin recibir grandes prebendas materiales por su trabajo. En definitiva, por amor, sin más. Espero que entiendas la diferencia que podemos establecer entre unas actitudes y las otras, sin despreciar el duro camino que tú y todos tus compañeros de selección habéis recorrido para llegar donde habéis llegado. Evidentemente es para sentirse orgulloso.

Los otros miembros de la selección española de fútbol, mientras no se manifiesten públicamente, no se muestran favorables a nada, es decir, no pueden ser tus cómplices. A los abolicionistas nos encantaría que algunos jugadores de “La Roja” nos dijeran públicamente que es lo que piensan de tus “excesos” taurinos, aunque me temo que no va a ser imposible. ¿Algún voluntario?

De 23 jugadores, además de los miembros del cuerpo técnico, has sido el único que mostró su alegría de esa forma.

Soy consciente de que con esta reflexión no seré capaz de hacerte cambiar. Sé que la próxima vez que alcances algún triunfo, sin duda merecido, volverás a sacar el capote, vete a saber de qué torero, y que muchos nos sentiremos ofendidos y molestos, y que volveremos a insultar al televisor, en el que, no lo olvides, estarás tú con tu capote. Sé que te dará lo mismo.

Dado tu privilegiado estatus social, lo que opinemos de tus acciones los demás (no todos, cómo resulta evidente) será como la embestida de un toro imaginario a tu capote, al que te quitarás de encima con una verónica, ya que los naturales ceñidos los dejaremos para tu amigo Talavante, que los hace ajustados y como nadie.

Atentamente

José Enrique Zaldívar Laguía.